sábado, 4 de julio de 2015

ESHÚ ( LA ENCRUCIJADA )
















En nigeria este Orisha es conocido corno Esu (pronunciado Eshu). el es muy importante y casi toda familia o pueblo lo reverencia sin tener en cuenta al  orisha que adora tradicionalmente.
El debe ser propiciado antes que nadie porque es el que lleva las ofrendas a los otros Orishas, y no lo hará así a menos que sea honrado primero.
según Awolalu, sin Esu la dinámica del ritual no existiría: "Si él no recibiera los elementos necesarios requeridos para satisfacer su función constructiva, se vengaría obstaculizando el camino de la bondad y abriendo los caminos que son hostiles y destructivos para los seres humanos. De aquí que es temido y reverenciado".
pero los Yorubas no ven a Eshu como una entidad maligna, ni admiten el concepto de fuerzas radicalmente opuestas, tales como lo bueno y lo malo.
Eshu es uno de los "funcionarios" de Oloddumare (Dios) y simplemente está para tratar de probar el corazón humano.
su principal función es llevar mensajes entre seres humanos y los otros Orishas y reportar las acciones humanas a Oloddumare.
En Santería, Eshu es conocido como Elegguá, Elegbara, y Eshu.
como Elegguá, es la esencia de la potencialidad; como Elegbara es el controlador del poder y como Eshu, es el eterno vagabundo, moviéndose con mucha rapidez de lugar a lugar. y apareciendo donde menos se espera.
En realidad, Elegguá está más allá de lo bueno y lo malo; es la justicia personificada y castiga o recompensa con perfecta ecuanimidad.
En muchas formas Elegguá es un símbolo de destino y de perfecto balance en la naturaleza; mientras que pueda ser propiciado para ayudar a sus seguidores en sus esfuerzos humanos, puede crear estragos en la vida de una persona si ese individuo se comporta inadecuadamente.
La visión de Elegguá sobrepasa la de los otros Orishas.
Solo él sabe el pasado, presente y futuro sin recurrir a los sistemas de adivinación, conoce los males que afectan a la humanidad, y conoce las curas; siempre está justificado en lo que hace y aunque sus acciones puedan ser difíciles de entender a veces Elegguá nunca actúa irracionalmente.
Es simplemente que conoce cosas que nadie más sabe y actúa según su juicio siempre perfecto.
En Santería, Elegguá está en las esquinas y en las encrucijadas y protege el hogar contra los peligros.
Algunos santeros guardan la imagen de Elegguá en sus patios en una casa pequeña construida especialmente para él, pero la mayoría lo guarda dentro de la casa, cerca de la puerta de enfrente, de modo que pueda mantener alejado el mal.
Los castigos de Elegguá son usualmente dañinos en naturaleza, parecidos a las travesuras que un niño inquieto puede hacer; pero en casos extremos, cuando el Orisha quiere mostrar su descontento con un trasgresor, tratará con el culpable con mano dura. Esa persona puede convertirse en la víctima de un robo o un accidente, o incluso puede terminar en la cárcel, todos castigos distintivos de Elegguá.
Las recompensas son igualmente inconfundibles, usualmente acompañados de una señal especial del Orisha, tales como sus colores (rojo y negro) o su número (tres o cualquier múltiplo de tres, especialmente veintiuno).
Se dice que Elegguá tiene veintiún caminos y en cada uno tiene un conjunto diferente de características.
Cada uno de estos nombres es precedido por el nombre Eshu.
Hay un Eshu Alabwanna,
Eshu Laroye,
Eshu Bi,
Eshu Afta,
Eshu Barakeno, etc.
Eshu Alabwanna vive en el monte,
Eshu Laroye se oculta detrás de las puertas,
Eshu Ayé trabaja con Olokun, un aspecto de Yemayá,
Eshu Bakareno, el más joven de los Eiegguás, crea confusión donde quiera que vaya.
En algunos de sus aspectos, Elegguá es muy viejo, como Eshu Elufe y Eshu Anagui, pero generalmente Elegguá es concebido como una joven deidad con una personalidad jovial y dinámica. Cuando una persona recibe a Elegguá, se le dice el nombre del aspecto del Orisha que "camina" con él, de modo que pueda invocar al Orisha por su nombre especial y desarrollar una relación más cercana con el.
La mayoría de los Orisha también tienen muchos caminos "aspectos" conocidos por los santeros como avatares, una palabra sánscrita obviamente cogida prestada de las raíces espirituales de Santería, que a su vez es en gran parte debida a la teosofía los Orishas son sincretizados con un santo católico diferente.
En Santería, el lunes es el día especial de Elegguá.
Los lunes, los santeros y los que han recibido a Elegguá lo honran haciéndole una ofrenda de un pequeño plato de dulces, ron y un cigarro.
A alguna gente le gusta darle un presente adicional de maíz, pescado y jutía; también se le ofrece agua y una vela blanca.
Tres gotas de agua fresca son vertidas en el piso enfrente de su imagen, la cual es cuidadosamente frotada con aceite de palma "una grasa color naranja conocida como manteca de corojo o epó". Estas acciones rituales usualmente son acompañadas por una corta oración en Yoruba.
Es la forma de abrir la semana y desear así que Elegguá. nos proteja y comunique con los demás Orishas así a través de él sabremos lo que está mal hecho y así poder aprender a corregir nuestros errores.
Los Orishas no son más que los intermediarios entre la divina trilogía OloddumareOlofi-Olorum y los hombres; pues el Dios Supremo no se ocupa de los problemas humanos y para ello creó y da poder a los Orishas.
EGGUN es el Alma o Espíritu de los muertos, los depositarios de los secretos del saber. El concepto de Eggun comprende a los espíritus de los antepasados, de los difuntos cercanos, de aquellos que fueron iniciados por el mismo padrino que tiene el creyente vivo, así como por otros que pueden acompañarlo para brindarle su apoyo, auxilio y consejos; aunque consideran que hay algunos de gente malvada que pueden ser manipulados para hacer el mal.
ELEGGUÁ-ESHU es el primero de los Guerreros. Una de sus tareas principales es la de guardián ya que, según la leyenda, fue una gracia que le otorgó Olofi en recompensa a su dedicación.
Todas las ceremonias comienzan con la invocación a Elegguá, el pedirle permiso para iniciarla, por lo que cualquier acción que se vaya a acometer en la vida hay que consultarla primero con él. Elegguá obra como el dueño de los caminos, quien los abre o cierra a su antojo, el que marca las encrucijadas de la vida.
Tiene las llaves del destino, franquea y cierra las puertas de la felicidad o la desgracia; dueño del futuro y el porvenir. Es la personificación del azar y la muerte, por lo que se encuentra vinculado a Eshu.
La pareja Elegguá-Eshu constituye la expresión de las inevitables relaciones entre lo positivo y lo negativo.
En la puerta de la casa reside Elegguá marcando con su presencia la frontera entre dos mundos: el interno de seguridad, y el externo de peligro donde reside Eshu; y por ello, la pareja es indisoluble a pesar de su oposición. Elegguá protege el hogar
Su collar es de cuentas alternas en color rojo y negro, que representa la vida y la muerte, el principio y el fin, la guerra y la paz.
Elegguá es también la alegría, amigo de hacer bromas, de jugar con los creyentes; pero a la vez, es victimario implacable aplicando los castigos más severos a los que incumplan sus designios.
Los lunes de cada semana y los días 3 de cada mes, antes de las doce del mediodía, se le saca de su velador, se pone un rato al sol y se le unta manteca de corojo para recibir su comida.
Una piedra de sabana, verdadero otá de Elegguá, con los polvos de Orula es lo que usan para prepararlo; con omiero se humedece un poco de cemento en el que se mezclan otros materiales mágicos y se modela el rostro que le representa.
Este es el llamado Elegguá de masa, al que se le incorporan tres cauries para conformarle los ojos y la boca.


CAMINOS DE ELEGGUÁ-ECHU

El estudio de los diferentes caminos de Elegguá lo hemos hecho en colaboración con el investigador Luis iglesias Pérez, quien prepara su libro, aún inédito, El hombre del cruce de los caminos
Elegguá Abaile (A-gbá-ilé): por este camino, como mensajero e intermediario, ayuda mucho en las casas de Ocha. Es (.e1 que realiza, principalmente, la función de limpieza, trasladar lo.+ ebbó, ya sea al río, al monte, al mar, al pie de una ceiba, etcétera.
Echu Achí kuelú: Es un viejo, de pequeña estatura, que vive el( los huecos y túneles bajo tierra de las encrucijadas, porque es un espíritu de la tierra. Le pertenecen los minerales, en especial el oro. Nace en Ojuani. Trabaja con Ifá. Come palomas.
Elegguá Afra: De tierra arará. Es el Elegbá de Babalú Ayé. tia collar alterna cuentas blancas con negras. Tiene como tabú el aguar diente y el vino de palma. Acostumbra silbar por las esquinas de las calles y lugares solitarios. Es compañero de Echu Makenú.
Echu Afrodí y Echu Agroí: Son de nación arará. Como tienen veinticuatro caminos, se decoran con veinticuatro cauries, distribuidos en tres hileras. Ambos tienen forma piramidal y se coronan en la cúspide. Son ayudantes de Ifá y en su culto sólo ofician hombres.
Elegguá Agatigaga; Elegguá Ágbanilegbe; Elegymí Agbanilé: Nombres de Elegguá.
Elegguá Agbanukué Agbanuké: Vino de tierra arará. Es un Elegguá guardiero de la casa y brinda mucha ayuda. Tiene poder para dejar ciegos a sus enemigos. Es el mejor aliado de Ifá, junto con ( Biba Kikeño y Alároyé, y cada uno lleva una flechita metálica en la frente. Protege al babalawo, es su seguridad: le repite todo lo que oye y ve. Ayudó a Orula a demostrarle su clarividencia a Olofin.
Echu Agbálonké: Es adulto y fuerte. Castiga con el fuego. Le llaman «El Echu de las muertes». Continuamente está guiando las almas de los difuntos. Nace en Obara Meyi.
Eshu Agberú. La esposa de Echu, la receptora de los sacrificios.eshu agbo bará: Es un trampista que todo lo oye.
eshu Agganiká: A éste le gusta tropezar con todo lo que se encuentra, porque es malévolo, muy peligroso y vengativo. Cuando moja, atrae a la policía. Agganiká se le llamó en Cuba a la Guardia rural. Se le pone azogue en su carga y anda a caballo, con un machete.
Elegguá Aggó Meyó: De tierra Oyó. Es un preventivo y eficaz listo dio contra las trampas y engaños.
Echu Agongo 0ló Oñá: Dueño de los caminos.
Elegguá Agongo Ogo: Elegbára con su nudoso garrote, que le sirve para atacar o defenderse de los enemigos,
Elegguá Akéru: Un mandadero, un transportador (que lleva y trae)
Elegguá Akesan: Es un Elegguá del reino de Oyó.
Echu Akileyo: Oriundo de tierra de Oyó. Es un chiquillo alborotador, belicoso. El más picaro y revoltoso.
Echu Akokorobiya Akokoriye: Es de nación mina. Muy aficionado a jugar con trompos y bolas y a fumar cigarrillos. De genio Inquieto y divertido, siempre dispuesto a hacer alguna travesura.
Elegguá Alá Le Ilú: Título de honor que ostenta Elegguá en las ciudades o pueblos. Es ya viejo, pero un adivino (awó) de gran jerarquía.
Echu Alá Akomako (Echu Mako): Le gusta esconder las rosas por maldad y, como buen ladrón, prefiere recibir sólo ofrendas robadas. También castiga con el fuego.
Echu Alá Ayiki, Bara Aláyiki Agagá: Se llama Ayiki o Aláyiki para significar que come mucho (un glotón). De tierra Oyó, también trabaja para Ifá. Lo describen corno un niño rumbero, revoltoso, de apetito voraz y muy adicto al aguardiente. Este Aláyiki representa lo inesperado, lo imponderable; también el engaño, el disimulo traicionero, de ahí su mote: Aquel que nadie sabe cómo empieza ni cómo acaba las cosas.» Según cuenta una historia de Ifá, cierta vez embarcó a Osun, su amigo, cuando lo hizo aparecer como culpable del robo de un chivo; así actuó Aláyiki astutamente, sin escrúpulos, para saciar su incesante glotonería. Nace en Oggundá 1roso (letra de Ifá).
Elegguá Alá Lu Banché: Es dueño y señor de todo lo que se va a hacer, de las situaciones y de los pasos, ya sean dioses o simples modales. Tiene el aché de Olordumare para salvar o volver las cosas al revés; por eso es el primero a quien se agasaja en toda ceremonia.
Echu Alágbana, Alágbawánna, Bára Alágwana, Obanigwnia, Obanigwan: Este Echu es el jefe de las Eggúngún, a quienes dirige con un látigo. Representa el infortunio y la desesperanza, y castiga a los burlones, a los impíos e irresponsables. En general origina todo tipo de desgracia, siniestros, dolencias,penas y reveses, los suicidios por fuego, e incluso las picadas ponzoñosas y los accidentes son el resultado de su malevolencia. Habita en la soledad de los parajes oscuros e inhóspitos del bosque. Le gusta salir a caminar y apostarse en las encrucijadas, donde mata con el fuego o con un cuchillo, provocando hemorragias incontenibles. Le atañen las ratas y bibijagüeros, y utiliza muchos palos y bejucos mágicos del monte. Mantiene un trato continuo con los Egguns, los iwinn y Oyiyi Okú y con la hechicería. Este Echu' adulto y solitario fue el que ayudó a Babalú Ayé cuando fue castigado por Obatalá, ya que quería difundir la viruela; le procuró entonces dos perros a Babalú Ayé y le llevó con Changó y Orula.
Echu Alaketu: Un Elegguá rey de Ketu. Usa collar de cuentas negras y blancas.
Echu Alaroyé, Laroye: Vive en la puerta, a la entrada del  i1é, en una cazuelita de barro. Le agrada comer dulces y otras chucherias. Amante del baile, del dinero (owó) que se le ofrenda, ya sea en monedas o en caracoles, de fumar y beber otí chequeté (aguardiente de maíz). Es muy burlón, malicioso y malcriado. Protege como custodioi, a Ochún y anda mucho con Oggún y Ochosi, porque es guerrero, chiquito y a menudo se le puede encontrar en la orilla de los ríos. Se le representa en una piedra porosa. También trabaja para Ifá, y entonces lleva una flechita de metal en la frente, como Agbánukuó y. Biba Kikeño. Para apaciguarlo y afamarlo, porque así no trastorna, se le saluda diciéndole Alaroyé (gran hablador), que también quieto significar Alá Aroye (dueño de las disputas, de la discordia) y aroye (debate, controversia, locuacidad). Lo ve todo, lo sabe todo, y por eso advierte sobre los peligros, las enfermedades. Además, aconseja cómo manejar favorablemente los negocios. Se cuenta que una vez, le salvó la vida a Orula. Come gallos, jutías y ratones.
Elegguá Alaroye Akokelehiyú: Nombre de un Eleggua niño, muy maldito y rencoroso, que cuando se irrita con el dueño del ilé, provoca que la policía venga al hogar.
Echu Alaroyé Kío, Laroye Inkío, Kié: Tiene una sola pierna y los danzantes en su honor le bailan saltando en un pie y girando como remolino.
Echu Alaaru: Sus atribuciones son como mensajero y portero.
Echu Alimú: Arará. Trabaja con Babalú Ayé.
Echu Alona, Alonná: Enigmático. Azota con el fuego y tiene un trato continuo con los muertos.
Echu Alusi: Este es de intenciones malignas, muy travieso y perjudicial, pues ocasiona desgracias y calamidades.
Echu Añagui (Añabi): Tiene tres caminos: en uno aparece con dos caras. Es un dios de La sabiduría, que vive dentro de un coco. El asegura la prosperidad y la fertilidad, ya que posee el poder de la renovación de la vida. Se le reconoce la paternidad de Eleggua, junto con Echu Alayi iberé Yeyé, que es la madre, el comienzo o la genesis, Ambos comen palomas. En otro camino se manifiesta como la madre de Elegguá, porque según una historia, de sus relaciones con Echu Okú Boro (que era obba rey de una tribu yoruba) concibe un hijo; el príncipe Elegbára. Añagui es muy aguerrida y cuando se enoja, es tan Curiosa como una tempestad. Sabe curar con las plantas. Todo lo descubre y como es tan pequeñita, se traslada montándose en los remolinos. Vive en los bosques, pero también cuida la entrada de la Habana corno Año Bí Ladé. Lleva ciento un cauris, lavados previamente en omiero. Por otro camino, llamado Echu Ñanguí (yangúi), venerado en piedra laterítica, se dice que es el padre de todos los Echu, ya que según una antigua leyenda, fue cortado en doscientos pedazos por Orúnmila Ni Agbomiregún, el cual utilizó una espada para castigarlo por su terrible voracidad. Estos pedazos se convirtieron en doscientos Echu y luego se duplicaron. Añagui otorga el sustento, la victoria y la firmeza de Ifá. Por su mayor Jerarquía en la legión de los Echu, es que Añagui gobierna, organizando y distribuyendo las funciones de los demás (que así reciben distintos nombres).
Echu Ara Idi: Arará. Trabaja con Ochún y se relaciona con los ibeyis.
Echu Ardí Lele, Araí Loli: Nombres de un Echu andariego, curioso y temible trastornador cuando asume la forma de un perro vagabundo.
Echu Arayeyí, Arareyí: Portero de Orula. Protector de Ochún Vive y come en la entrada de las casas. Es celoso guardián, pero se Vuelve mentiroso y enredador cuando no se le tiene en cuenta, o si no se le atiende como merece.
Echu Arere Obi Oké: Por este camino se le sincretiza con la imagén del Niño Jesús que San Antonio de Padua sostiene en los brazos. Es arere (título de gran honor), es el poder, es el hijo de Dios: el mensajero de Olordumare. Este Echu, guía y adivino, bajó de la Montaña sagrada (Oké) para ayudar a la humanidad.
Echu Aridiyí: Cuando aparece causa terror, espanto.
Eshu Aroni. Por este camino es curandero y mago, pero muy violento. Señorea en los bosques donde ejerce la medicina, ya que conoce todos los secretos de Osaín. Entre sus funciones está traerle el fuego a Oggún. Se le describe como un enano con cabeza perruna; tiene una sola pata y un brazo, más una larga cola peluda que termina en una bola. Se dice que instruye a la gente valiente en la magia y en el poder de las plantas, y que luego ofrece un pelo de su propia cola como prueba. Este Echu inspira terror en los cobardes. 'levo ciento un cauries. También se le llama Ayé Bele Bure y Áyé burele
Echu Ayeru: Servidor y guardiero de Ifá. El babalawo con Ayeru y osain está bien firme, pues ambos son la garantía de su trabajo y no hay ningún peligro que temer.
Echu Awere: Este tiene su casa en las lomas y laderas de las montañas. Está consagrado a Obatalá.
Elegguá Awó Bara: Adivino de tierra Oyó. Hace de guardiero en las casas del babalawo. Es el sostén, la afirmación de Ifá.
Echu Baraiñé, Oku Bara Iñé: Adulto. Muy ligado a Echu bí Nace en Obbara Meyi. Protege mucho a sus hijos. Anda junto a Changó: es su Elegguá.
Echu Barakeño; Muy travieso: todo lo trastorna y confunde. Es el más pequeñito de todos los Echus. Habita en la manigua y se esconde entre los matorrales.
Elegguá Barakikeñerí: Camino de Elegguá.
Elegguá Bara Ala Asuayó, Lasuayo: Elegguá delantero, dueño de la puerta o entrada de Ilé.
Echu Baralayikú: De tierra Oyó. Colabora en el traslado de los muertos cuando anda con Babalú Ayé. También oficia como portero de Orula. El vive en la entrada de los Ilé y si no se le agasaja y alimenta como merece, castiga enredando la suerte y origina los percances y las tragedias.
Echu Baralanugbé: El solitario y temible Echu Arará, que castiga con el fuego. Trabaja con el alba y con las estrellas (irawó).
Echu Barakikeño, Gúaga Barakikeño: un Elegguá pero con acción dañosa y pérfida. (Obarakikeño).
Echu Ba Ti Eyé, Batiyé, Batieyé, Batiele: El que vence de cualquier modo hasta acabar con todos los daños.
Echu Beddún Bela: Advocación de Elegguá. Tiene dos caras, una blanca y la otra negra, como el día y la noche.
Echa Beleké, Belenké, Bereké. De tierra lukumí. Es un niño travieso, pero muy habilidoso y excelente guardián. Gran conocedor de hierbas y remedios. Le gusta ser un correveidile; se mete en todo, es embustero y muy peligroso cuando se encela (no se debe tener en las casas donde hay niños). Ha sido comparado con el Niño de Atocha (lborí Weno) o Buen Pastor. Usa un güiro mágico (de las acinturados) como amuleto.
Echu Bi Biribí: Le llaman «el rey de las maldades», «el jefe de los Ibeyis». Vive en las esquinas de las calles. Es pendenciero y malvado, lo más tétrico. Provoca todo tipo de accidentes.
Elegguá Biawooná: Imagen de Elegguá hecha de madera.
Echu Bibakikeño, Kikañaó: Trabaja con Orula y con Ochosi. Lleva una flechita metálica en la frente (símbolo de su unión con Ifá ).
Echu Chiguidí; Chugudú: Se le representa en un cono hecho de barro y decorado con cauris. Envía el sueño maléfico (castigo de las pesadillas). Trabaja con Ifá. Se emplea para aprovechar sus acciones perversas, porque es muy vengativo, o como un celoso guar dián. Los comerciantes y ricos protegen sus riquezas y tesoros con la ayuda del guardián Chiguidí, el cual se prepara abriendo un hueco en el suelo, y luego se le ofrenda al dios un sacrificio de sangre haciendo que ésta ruede por dentro del mismo; después se le va construyendo encima un cono de arcilla roja y se le pone delante un plato o cazuela donde recibirá periódicamente las ofrendas y sacrificios. Cuando el lugar está bajo el resguardo de Chiguidí, matará a cualquiera que Intente saquearlo. También se le representa en una figura grotesca, con el pecho ancho y la cabeza pequeña. Este Chiguidí, el vengador, mata comprimiéndoles el tórax a sus víctimas cuando están durmiendo y así las ahoga con las rodillas. Pero si la persona está bien protegida y su guardián la despierta, entonces Chiguidí desaparece. Por eso, quien lo envió tiene que permanecer en vela hasta que él cumpla su misión; de lo contrario, es decir, si lo encuentra dormido cuando regresa, también lo ejecuta.
Echu Chikua bú, Achikuagbú: De tierra Oyó. Lo mismo crea que acaba el mundo. Es el principio del mundo. Come perros. Y se le llanta con el oro (o zumbador), que es un pez tallado en madera y sujeto a un cordel para hacerlo girar batiéndolo contra el aire.
Echu Chinkí: El que es rápido.
Echu Daguese: Se le representa en un caracol cobo (Strombus (Gigas),
Elegguá Eboríkeke: Por este avatar es un Elegguá niño.
Echu Egbayilá El que salva. Nace en Okana-iwori. En su carga lleva nueve clases de metales: oro, plata o platino, cobre, hierro, estaño, plomo, zinc, aluminio y azogue (mercurio). También se le añade manteca de majá y de corojo, una aguja y cuatro alfileres Lleva arena y agua del río y del mar, tierra del cementerio y del campo y fragmentos de los palos vencedor, amansaguapo, abrecaminos, siguaraya, espantamuerto, tumbatumba y yo-puedo-más-que-tú. Otros ingredientes que se le incorporan son La cascarilla, granos de maíz tostados, jutía, pescado y polvo de buey, chivo, pájaro, espuelas de gallo, pólvora y precipitado rojo.
Echu Elú, Eluama, Elúasama: Sólo se emplea para hacer daño porque es muy brujero. No se lava en omiero y se guarda ocultándolo a la vista, bajo un molde cónico de barro (horma antiguamente utilizada para solidificar el azúcar en los ingenios). Se hace con hierba pastillo, pescado ahumado, cola de alacrán, cabeza de majá y tierra de los caminos, de cuevas y veintiuna bibijaguas. No se le mira sino cuando se le da de comer.
Elegguá Elufé: «Es un viejo y de lo más fino», según dicen. Su cara se esculpe en una tosca piedra que representa su cabeza, y se le talla un cuello ancho o base que lo mantenga firmemente vertical dentro de una fuente de barro. Se lava en omiero hecho con abre-camino, paraíso, pata de gallina, yerba fina, helecho macho, mejorana, mastuerzo, romerillo, ítamo real, meloncillo, piñón criollo, albahaca mondonguera, grama de caballo, esportillo, curujey, jagüey, yerba mora, guanina o yerba hedionda, lengua de vaca, cardo santo y yamao. Vive retirado en el patio, nunca en la casa (lejos del olor de las mujeres). Ante él es preciso conducirse con devoción y respeto: y cerca de él no deben ocurrir actos deshonestos, ni proferirse malas palabras, porque es severamente puritano. Elufé nunca tuvo mujer, tiene kanchila, es decir, está quebrado (los testículos le caen hasta las rodillas). A este viejo se le ponía rapé.
Elegguá Egbére Kikeño, Kinkeñe: Un Elegguá niño, pequeñín, pero muy maldito. Sale de noche a vagar por el monte (Egbé: torbellino).
Echu Ekileyo: Procede del reino de Oyó y llegó hasta la tierra sagrada de Ifé. Es sabio, un gran adivino y protector de las person que buscan el conocimiento. Lleva cabeza de lechuza, de majá, .1, ratón, de jicotea, dientes de chivo y de perro, ojos de gallo, plumas de tiñosa, tres corales, óxido de hierro, una moneda de plata, aserrín de oro, coco, aguardiente y miel, tierra negra y tierra roja, Osun,erun, kola y obí.
Echu Eré. Se le representa en una estatuilla de madera o de barro. Tiene dos caras.
Echu Echeniké Echeriké: Anda con Osaín. Fuma en una cachimba rellena con yerbas aromáticas.
Echu Esi Iléñi: Vive en la entrada de los Ile. Es el que detiene todos los daños.
Echu Ewé: Por este camino es un Echu de sabana, cercano al monte de Oggúri. Es un Echu muy antiguo, que vive en los campos y  tanto su piedra (okutá) como su figura o muñeco, son de gran tamaño.
Echu Guiriyelú: Es cabeza del mundo, la vida de los pueblo.. Lleva güiro y se hace con palo de aroma. Este camino de Elegguá rige en los ordun Okana (i), Okana-Ofun (1-1o) y Osa-Unle (9-8). al Elegguá que le salgan estos óddunes debe llevar un muñeco aparte ( o agguoná) para ponerle delante a ese Echu. Guiriyelú come palomas, pero sólo se le debe dar una, que equivale a las ciento una palomas que Olofi sacrificó. El total de las palomas solamente se ofrenda en caso de enfermedad u otras circunstancias de gravedad.
Dice la leyenda que muy al principio, luego de la creación del Universo, Olofi reunió a los sabios del cielo para que ayudaran en el surgimiento de la vida y nacieran los pueblos sobre la faz de la tierra. Pero cada cual pensaba que lo hecho hasta ese momento estaba bien, y todos exponían algún inconveniente. Así surgieron muchos obstáculos y problemas para ejecutar la buena obra que Olofi se proponía. Entonces ocurrió, cuando ya los sabios y el propio Olofi consideraban que era imposible hacerla, la aparición de un espiritu llamado Guiriyelú, que le dijo a Olofi: «Es necesario, para llevar a cabo esa grandiosa obra, que sacrifiques ciento una palomas como ebbó. Con su sangre se purifican las diversas anormalidades que perturban la voluntad de los espíritus buenos.» Olofi, al escucharlo, se estremeció porque la vida de las palomas está muy vinculada con la vida de él y la de Olordumare. Sin embargo, poco después sentenció: «Así sea, por el bien de mis hijos.» Y por primera vez se sacrificaron palomas. Entonces Guiriyelú fue guiando a Olofi por todos los lugares donde había que verter la sangre de las palomas para purificarlo todo y así se cumpliera su deseo, que no era sino la voluntad de Olordumare. Cuando finalmente se logró todo lo que Olofi quería, convocó a ese gran espíritu de Guiriyelú y le dijo: •Mucho me has ayudado y bendigo tus actos por los siglos de los siglos. Siempre serás reconocido. Alabado seas, Guiriyelú.»
Echu Imalé, Male: Es un Echu que Orunmilla Niagbomiregún le dio a Orula. Este Echu le mostró, acompañado de moedun (un mono), la palmera que crece en el jardín de Orungan (el sol de las doce del día) y que da las semillas o nueces de adivinar (Obi Kola). Con ellas se obtienen los distintos oddun que son recitados por los babalawos.
Echu Iná: Trabaja con la candela.
Echu Iyelú, Yelú: Es el de los lukumí arufá. Trabaja con el fuego, con la enfermedad y para el mal.
Echu Kakará: Se prepara con un caracol o concha marina.
Echu Kakugbó: De Oyó. Habla por las conchas. Vive en las orillas del mar y trabaja con la arena. También se le llama Osú kakugwó
Echu ole Kako Alagada: A este avatar le llaman «el que tuerce la suerte», porque es un tremendo enredador.
Echu Ka Olóya, Koloya, Ilé-Olóya: Es un protector de las plazas o mercados y de los comerciantes.
Echu Keneno: Arará. Trabaja con Babalú Ayé.
Echu Keti: Arará. Trabaja con Babalú Ayé.
Elegguá Kinkeyé: Nombre de un Elegguá niño.
Echu Kolofó: El malo, el perverso Echu.
Echu La Boni: Mensajera de Ochún. Está siempre atento, escuchándolo todo. Muy hablador. Su ota es una «china pelona». Come jicotea.
Echu La To Opa: Su figura se talla en madera.
Dice la historia que tres amigos estaban en una situación económica difícil y decidieron consultar a Ifá. Les dijo que procurasen encontrar cada uno un muñeco, pues en eso consistía la salvación. Enseguida los tres hombres se marcharon. Y uno de ellos, cuando entró a un poblado, se robó una imagen y le comunicó a los demás su partida inmediata para llegar primero al pie de Orula. El segundo amigo permaneció despreocupado, ya que no tenía interés en lo advertido por Ifá. Pero el tercero se fue por un camino desde donde pudo ver un majestuoso árbol que le impresionó gratamente. Fué hasta él, le cortó una gruesa rama y con la punta del cuchillo talló el madero verde hasta conformar tres imágenes. Complacido con su obra, se dirigió al ilé y éste, al verlo, le dijo: «Ese es tu Elegguá, tu guía, el bastón de Olofi. Y tú eres el mejor, porque sin robar hiciste las tres figuras indicadas. To iban Echu.»
Echu Lawona: El que aparece en todas partes, azotando s abatiendo,
Echu Luyi: Se presenta por un caracol de mar.
Echu Makenú. Arará, compañero de Echu Afra.
Echu Marimayé: Uno de los más antiguos caminos de Eleggua, Posee la llave del cementerio, donde reside como portero. También, da origen a otra legión de Echus. En su confección lleva cabeza de ratón y se usa para hacer daño. Come cualquier cosa, sin hacer selección.
Echu Merin Ba Ayé, Merin La Aiyé: Dueño de los caminos que aparece esculpido en el Até u Opón-Ifá, desde donde vigila todo lo que sucede en el mundo.
Echu Obá Keré, Obá Kekeré: El más joven rey. Se talla en madera.
Echu Obasin; Compañero de Oddudúa en la fundación de ifé. Asistente de Orunmila.
Echu Oddémasa, Qddémora: Muy voluble: «Hoy te ayuda y mañana te castiga.» Actúa en el momento preciso, ya sea para bien o para mal.
Echu Oddé Mata: Reside fuera de la casa. Anda por el bosque y la sabana en compañía de Ochosi
Echu Odubele: Trabaja con Ifá. Este es un Echu bifronte Se. talla en madera de cedro y se viste con una camisa que es roja por un lado y negra por el otro. Lleva pantalón rojo, sombrero y un garabato, o puede dejarse desnudo. Recibe las ofrendas dobles, de frente y de espalda.
Echu Oguaní Lele Alaroye: Adulto. Muy astuto y cruel. Es un Echu andariego e inseparable de Oggún, para el cual trabaja. Se aposta en las esquinas de las calles y en los caminos. Mata provocando las riñás, las grandes tragedias, los accidentes y las catástrofes. Otras veces se conforma con matar un perro para beber su sangre fresca cuando Oggún y él tienen hambre.
Echu Owani Legbe: Letra de Ifá con la cual se nombra al Echu (En este Echu van concentrados los otros veintiún caminos de Elegguá).
Echu Ogwiri Elú (Ogguiri): De nación Arará. Es un travieso pero muy brujero y misterioso, que fue criado por ayágguna.
Echu Okaddá: Vive en los basureros, donde se alimenta de sobras. Allí van a parar cuando sale ese camino, algunos ebbós.
Echu Okú Boro. Es obba (rey) y padre de Elegbará. Es el que mata rápido, inmediatamente». Este viejo tiene poder sobre la vida y la muerte.
Echu Okokoyé Biyé: Nace en Oyó, pero se cría en tierra mina, porque su madre Oyó lo botó. Es adulto.
Echu Olankí (Olonki): De tierra mina. Es un niño que acompaña en sus travesuras a los Echo Akokorobiya y a Osiká.
Echu Oní Boddé: Como portero se coloca fuera de la casa para cuidar su acceso. También trabaja como guardiero de la entrada del pueblo o ciudad. Este Echu porta flechas y dos llaves. Su figura se moldea en cemento o barro, de cuerpo entero, pero sentado. Tiene diecisiete cauris incrustados en la cabeza y otros cuatro para marcar los ojos y los oídos. Usa un collar de cuentas anudado al cuello.
Echu Onini Burukú: El que acarrea la muerte. El malo, el perverso.
Echu Osa Iká: Recibe el nombre del Oddun de Ifá.
Echu Osiká: De tierra mina. Como es niño, le gusta jugar con trompos y bolas, hacer travesuras y fumar. Compañero de Echu Akoko-robiyo.
Echu Sokere: El que habla sobre la estera.
Echu Osa Lo Fabeyo: Recibe el nombre del Oddu de Ifá. Come palomas.
Echu Yelú Lo Torun Boayé: Este vino del cielo para ser adorado, en la tierra (el mundo).
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Collares: Matipó de color rojo y negro, que representan la vida y la muerte; el principio y el fin; la guerra y la tranquilidad; lo uno y lo otro.
 Ropa: Viste una chaquetilla, un pantalón ceñido en la rodilla y un gorro rojo, grande como el típico de los cocineros. Todo en rojo y negro. En ocasiones, las patas del pantalón son rojas y negras o, en ambas, listas alternas. Tanto la chaqueta como el pantalón y sobre todo el gorro suelen estar adornados con cascabeles, cuentas y cauris.
Ofrendas (ardimú):Aguardiente, tabaco, maíz tostado, coco, pescado ahumado, bollitos, jutía ahumada, manteca de corojo, velas, dulces de todos los tipos (raspaduras, coco acaramelado, etcétera), caramelo. Una ofrenda muy especial es colocarle una cabeza de jutía y/o sacrificarle un ratón.
Animales: Chivos y chivitos, pollitos (negros, jábaos y rojos), pollos y gallos, ratones, jutías, venados, jicoteas y, en algunos tipos de Elegguás, palomas (dos). Su mensajero es el ratón.
Bailes: Cuando este orisha se sube, corre a situarse detrás de la puerta, que es su lugar ritual. Brinca y se agita como un chiquillo, hace muecas y mima juegos infantiles, como empinar un papalote y bailar un trompo. Le hace bromas, a los espectadores, se va y luego regresa; no deja de hacer monerías, algunas de las cuales pueden ser eróticas. Siempre se le entrega un garabato con el que representa apartar la maleza, subrayando su papel de abrir los caminos. Frecuentemente baila en un solo pie y dando vueltas, en lo que parece ser una alegoría del remolino. En general podemos decir que el carácter burlón e infantil con que se representa a Elegguá pretende imitar los inesperados virajes del destino, las alternativas, unas veces felices y otras desgraciadas, de la suerte. Elegguá personifica ese carácter totalmente impredecible del azar, que nos abre y nos cierra los caminos arbitrariamente y que, en tantas ocasiones, también parece burlarse de nosotros. Se le dedican tres toques en el Orú del Eyá Aranlá.
Aflicciones de las que protege: Accidentes, riñas, muertes por hemorragias incontenibles, y también provocadas por traiciones, agua en la sangre, penas y miserias. ¿SIDA?
Monte (Ewe):Aba, abrecamino, aceitero, agalla de costa, aguacate blanco, ají de China, ají chileno, ají guaguao, alacrán o rabo de ratón, albahaca de hoja ancha, alcanfor, almacigo, atipóla, aretillo, aroma amarilla u olorosa, aroma de uña de gato, artemisa, aticuanla, baria, bejuco verraco, bejuco sabanero, bejuco San Pedro, bejuco lombriz, bejuco jimagua o parra cimarrona, bejuco guaro, bejuco prieto, bejuco colorado, bibona, bija, carraspita, caumao, cayaya, crotos, curujey; chamico, chichicate, ébano carbonero, escoba cimarrona, espartillo, espinillo, espuela de caballero, flor de agua; gambuto o gambutera,gatiado, grama de cabello, guabico, guajaca, guaro, guayaba, guayabillo, güira cimarrona; itu, ítamo real, lengua de vaca, maloja, mastuerzo, huevo de gallo, jobo, meloncillo, mijo, fíame, ojo de ratón jurubama o jurabama, pelo diablo, palo moro, palo negro, palo torcido, palo víbora, pastillo, pata de gallina, pendejera, pica pica, picha de gato, piñón criollo, piñón de pito, piñón botija, pinipiniche, pinipini, pina de ratón, rabo de igato, raspalengua, raspa barriga, rompe saragüey, San Diego, siguaraya, tabaco, tengue, travesura, tripa de jutía, yamao, yerba fina y hedionda (o guanina) y rabo de ratón o alacrán, zarza blanca.
Hijos: Son inteligentes y hábiles pero poco escrupulosos. Se inclinan a la depravación y a la corrupción. El timo, la estafa y las intrigas políticas les garantizan el éxito en la vida.
Catolización: Elegguá suele sincretizarse con el Niño de Atocha, San Antonio de Padua y el Anima Sola. La historia del Niño de Atocha es como sigue: en la ciudad de Atocha, en España, había muchos cristianos presos durante los últimos años de la ocupación árabe. Nadie estaba autorizado a entrar en las prisiones, salvo los niños. Las madres y las esposas de los prisioneros, que sabían que éstos carecían de suficiente pan y agua, rogaban constantemente por que encontraran alivio a sus sufrimientos. Cierto día, un niño llegó a la prisión cargando un cesto lleno de pan y un cubo lleno de agua con un cuenco para beber. Los moros quedaron asombrados al observar que después de haberle servido a los innumerables prisioneros, tanto el cesto como el cubo seguían tan colmados corno al principio. De acuerdo a la leyenda, Jesucristo había atendido a las plegarias y había venido, como niño, a los que carecían de ayuda material y espiritual. Desde entonces es la imagen del niño de Atocha. Su fiesta de celebración el 1 de enero.
Su sincretización con Elegguá parece relacionarse al carácter infantil con que se presenta el orisha y la que Elegguá hable en el Diloggún en Ocana, el primer ordun, mientras que el Niño de Atocha celebra su fiesta el 1 de enero, primer día del año.
 San Antonio nació en Lisboa. A los quince años tomó los hábitos en el monasterio de canónigos seglares de San Agustín. Predicó en distintos países, estuvo en África y de él se cuentan elocuentes anécdotas. Discutiendo con alguien que no podía creer que la carne y la sangre de Jesús se encontraran en el pan y el vino de la misa, hizo que la mula del descreído despreciara un montón de cebada, aunque estaba medio muerta de hambre, y se arrodillara delante del Santísimo Sacramento. También se cuenta que en cierta ocasión se puso a predicar a la orilla del mar y que los peces se asomaron para escucharlo, ocasión que aprovechó para echarles la bendición lo que quizá les proporcionó beneficios. También se dice que le hablaba a gente de distintas nacionalidades y que todos lo entendían. La celebración de San Antonio con Elegguá parece estar relacionada .......con que generalmente aparece representado con un niño en los brazos. Varios caminos de Elegguá, corno Alona, Lagguama, Echu bí, Baralanube, recuerdan al Ánima Sola, a Las almas que están ardiendo en el Purgatorio y no tienen a nadie que rece por su salvación. El carácter un tanto desesperado de esta figura parece invitar a su manipulación mágica. Su sincretización con Eleggua se supone debido al perfil ambiguo de ambos. El Anima Sola necesita ayuda y no tendrá remilgos.en atormentar a los mortales para obtener su ayuda, lo cual no resulta tan espinoso y comprometedor como acudir directamente al Diablo. Igualmente, Elegguá es capaz de hacer maldades sin llegar a identificarse absolutamente con el Mal.

espero que mi post de hoy les haya al menos entretenido y gustado y si os ayudó a entender más esta filosofia de vida......me doy por satisfecho
onareo ifá wá ayubba kinkamache....mó túmba!!....ashé ó 
















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